miércoles, 16 de junio de 2010

BOTE

El trabajo artesanal de los pescadores en el Maitén es bastante complejo y peligroso, no sólo por la precariedad del asentamiento en todo lo que respecta "a lo social", sino también por la falta de seguridad en sus implementos e equipamientos que diariamente utilizan en sus labores de extracción de recursos naturales que les entrega la mar. Los 15 botes que posee la caleta no gozan de buena salud, es más, todos son de 2da mano (y algunos en realidad, no sé como flotan) están muy deteriorados, por lo cual han tenido que proceder a arreglarlos (cepillarlos, lijarlos, aplicar sellantes internos y externos, equipar los espacios interiores, y finalmente darles color). El proceso de arreglar botes, es largo y costoso para estos pescadores, lo que conlleva a estar "parado" y sin trabajar por un tiempo, el cual puede llegar a ser corto, mediano o largo (dependiendo de las lucas que tengan para realizar dicho "enchulamiento"). Además de los arreglos estructurales de los botes, se suman otros inconvenientes, que son de mucha importancia, como la inexistencia de implementación y equipamiento adecuados y óptimos, para cada uno de estas botes que salen mar abierto. Muchos botes tiene motores usados y en malas condiciones mecánicas, no poseen Gps, no poseen chalecos salvavidas, no tienen trajes de buceo apropiados para resguardarse de las temperaturas de las aguas, poseen fisuras importantes en su interior, lo que es preocupante e inseguro para sus dueños y tripulantes. No obstante, suelen reparar cada uno de sus desperfectos, en trabajo comunitario (hombres, mujeres y niños), el cual se realiza con la ayuda de los vecinos, familiares experimentados y los niños/niñas de la caleta que son siempre los más contentos, ya que pueden ayudar y aprender de estas labores.
Varios amigos pescadores comentan que reflexionan muchísimo sobre la identidad ó nombre que le pondrán a sus botes, ya que para ellos tiene un gran significado, el hecho de enfrentar al mar es un riesgo permanente entre la vida y la muerte. El mar o "la mar" como se acostumbra a decir en la jerga de las caletas, tiene y posee una relación de respeto entre esta y las distintas comunidades costeras (caletas pesqueras), ya que ellos dependen exclusivamente de lo que puedan recoger de las aguas (algas, peces o mariscos). Es por eso la importancia que tiene el hecho de identificar a sus botes con nombres que tengan simbolismos ligados a la fé, a sus creencias, o simplemente a sus seres queridos, como una manera de protegerlos de las distintas inclemencias de la mar o de la furia del clima. Nombres como San Ignacio, Tavita Eliana, Jerusalen y tantos más, son los nombres escogidos para proteger a los pescadores de la caleta Maitén.
......la noche esta estrellada, y tiritan azules, los astros a lo lejos......
Texto y Fotografía: Alaín Bizancio

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